El jueves 20 de enero de 2020, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó 1763 paquetes con productos de bioseguridad al Ministerio de Educación de Belice. Los paquetes se distribuirán a nivel nacional con el fin de generar un ambiente más seguro en las escuelas, desinfección de salones de clase y protección contra el COVID-19 del personal docente y los estudiantes.
La donación consta de cloro líquido, desinfectante, desinfectante de manos, jabón de manos líquido y mascarillas para niños.
El Presidente Leovany López, líder eclesiástico, comentó que como maestro y representante de la Iglesia de Jesucristo es una bendición poder participar en una donación tan significativa al Ministerio de Educación y agregó: “Cuidar de los pobres y los necesitados es una creencia fundamental de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; los esfuerzos humanitarios están diseñados a proporcionar las herramientas necesarias para que las personas individuales y a las comunidades puedan mejorar sus propias circunstancias de maneras permanentes y significativas. Estos suministros son necesarios ahora más que nunca para garantizar la seguridad de nuestros maestros y estudiantes. Como miembros de la Iglesia, nos esforzamos por servir a otros teniendo en mente que ‘la caridad es el amor puro de Cristo’”.
La señora Dian Mahaeia, Oficial Ejecutiva en Jefe del Ministerio de Educación, agradeció la valiosa donación que el Ministerio de Educación recibió por parte de la Iglesia y comentó sobre la experiencia durante el proceso de esta donación donde la Iglesia mostró su entusiasmo para brindar esta ayuda. El Ministerio recibió una respuesta a sus necesidades y agregó: “Sabemos que aunque esta generosa donación no durará para siempre, es un impulso para las escuelas del país para cuidar por mantener un ambiente seguro y saludable para los niños. Estas bolsas de suministros harán una diferencia”.
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Dieter F Uchtdorf, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia dijo: “Permanezcan unidos e impulsen desde donde estén. Dondequiera que vivan, dondequiera que trabajen, siempre hay una oportunidad de ayudar a alguien que tenga necesidad. ‘En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros (Juan 13:35)’”.